escribe alcaldesa Susana Villarán
No me alcanzan los agravios de la editora del decano de la prensa, ni la insultante caricatura que hoy publica Caretas. No pueden doblegarme, y ello les provoca furia. Y la violencia, como señala Hannah Arendt, es impotencia. Sí, pura impotencia. ¿A qué le tienen tanto miedo? Estoy segura de que hay quienes llevan con honor la sangre de los Miró Quesada y la de Doris Gibson. Eso basta para mí.