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Lo que nos diferencia de los animales no es la inteligencia sino esa particular disposición que tenemos los seres humanos por observar, examinar y hasta regodearnos en nuestro propio sufrimiento. Los animales huyen al dolor, nosotros componemos canciones, pintamos cuadros, escribimos novelas para revivir el sufrimiento. Y de toda la gama de dolores, el del amor debe de ser el más productivo, pues la belleza de una canción desgarradora como "Piensa en mí" de Agustín Lara, tantas veces versionada, no solo sirve para desahogarse sino para darle al sufrimiento esa extraña cualidad estética que nos hace rememorarlo una y otra vez. Será por eso que me gusta tanto cómo la canta Natalia Lafourcade, y que este fue uno de los mejores momentos de su concierto de anoche.