Imagen: PunkRobot
Alejandro G. Iñárritu y Emmanuel Lubezki no fueron los únicos latinos que hicieron historia en la ceremonia del Oscar de anoche: el chileno Gabriel Osorio le llevó su primera estatuilla dorada al país del sur, tras ganar la categoría Mejor Cortometraje Animado por “Historia de un Oso”, la historia -precisamente- de un oso que es separado de su familia para ser llevado a un circo. El cortometraje se impuso ante la favorita y ganadora del Festival de Sundance, “World of Tomorrow” y la más reciente producción en cortometraje de Pixar, “Sanjay’s Super Team”.
El realizador agradeció el premio diciendo:
Quiero dedicar este logro a mi abuelo, quien inspiró esta historia y a toda la gente que como él ha sufrido en el exilio y que espera que esto nunca vuelva a suceder.
Y es que esta historia animada no es sino una alegoría de los miles de casos de exiliados por el golpe de Estado de Augusto Pinochet que en 1973 derrocó al gobierno de Salvador Allende. El resultado es potente y conmovedor, una compleja mezcla entre diversos estilos de animación, incluyendo “técnicas de 3D con fotografía, dibujo hecho a mano o modelado en arcilla”. Pueden ver el resultado a continuación:
Con este reconocimiento, vuelve a quedar en evidencia el buen momento que vive el cine chileno. Esta es la segunda nominación de Chile al Oscar: la primera fue en el 2013, cuando “NO”, película de Pablo Larraín sobre la campaña para poner fin a la dictadura de Pinochet en el plebiscito de 1988, fue nominada a Mejor Película Extranjera. Y el chileno, radicado en Estados Unidos, Claudio Miranda ya había ganado un Oscar a Mejor Fotografía en el 2012 por su trabajo en “Life of Pi”.