Candidatos “desconocidos”. Gráfica: Útero
Escribe: Eduardo Gonzalez-Cueva
Hoy escuché el chiste de que Julio Guzmán ganaría en la Pacífico, que es -por supuesto- calcado de un chiste anterior: que Verónika Mendoza ganaría en la Católica.
Es interesante preguntarse por qué es ridículo o llama a sorna que asociemos candidatos a dos de las mejores universidades del país. Un marciano se sorprendería de que no fuera una buena cosa tener pegada en la Pacífico o en la Católica.
Por supuesto, lo que ocurre es que ese sarcasmo es herencia de la grisura y mediocridad de los últimos 25 años. Se ha vuelto común considerar que la inteligencia es ridícula, que la cultura no tiene sentido, que leer dos páginas seguidas es un acto de snobismo.
Solo en algunas encuestas de Internet, Guzmán y Mendoza tienen gran preferencia en la PUCP y en la Pacífico. Foto: El Comercio
La que investiga y el que escribe un libro mueven a risa: les falta calle, se caen del palto, no son lo suficientemente lumpen para que los celebremos; no son delincuenciales así que no merecen nuestro voto, sino nuestro sarcasmo: tienen un dos por ciento, ja, qué idiotas.
A mí, más bien, me gustaría saber cuál de esos dos candidatos ganaría en San Marcos, la universidad con más señero del país. Me gustaría ver un debate entre Vero y Guzmán en la San Agustín de Arequipa, o en San Cristóbal de Huamanga, en San Antonio Abad en el Cusco, o en la Nacional de Trujillo. De hecho, es obvio que Acuña no ganaría un debate en su propia universidad, por no decir en la UNI o frente a los futuros maestros, en La Cantuta.