¿Qué hacía Edmundo Peláez Bardales, ex presidente del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) y hermano del ex fiscal de la Nación, intentando apoderarse de una casa en Surco?
Qué bueno que te hagas esa pregunta
Porque justamente es la que nos formulamos cuando, de acuerdo con lo informado por la Policía Nacional, Edmundo se metió a una vivienda acompañado de diez tipos, a eso de las 3:30 pm, metiéndole goma al vigilante César Monge Requejo y a una mujer que estaba ahí.
Repetimos para que te quede claro:
Edmundo, quien antes presidía el organismo que nombra y designa jueces y fiscales en nuestro país, llevó 10 matones a una propiedad privada para golpear a un vigilante y a una mujer.
Fue por esto que el vigilante fue a una comisaría, hizo su denuncia, llamó a la propietaria de la casa (identificada como Esperanza Graciela Torres Delgado) y los policías cayeron en una de frente a arrestarlo.
¿Ya entiendes la magnitud de todo?
Pero eso no es todo
La República profundizó más en el tema: resulta que la casa le pertenecía al fallecido Carlos Maúrtua. Casi inmediatamente después de su muerte (en diciembre del 2009), Rosalía Vargas, cuñada de Orellana apareció presentando un documento con un supuesto “traspaso” de la propiedad a su favor.
Es esta irregularidad la que llama la atención. Sobre todo porque luego de haberse hecho de la propiedad hizo una venta simulada para deshacerse de ella:
Apenas Rosalía Vargas tuvo en su poder esta propiedad, siempre de manera irregular, la vendió a la señora Cristina Huamán Álvarez, quien asumió de este modo la titularidad del inmueble. Sin embargo, el terreno continuaba en litigio para que la titularidad regrese a la familia Maúrtua. De hecho, este proceso sigue hasta hoy.
Ese es el dato extra: la casa está envuelta en un litigio, se encuentra en estado de abandono y hasta ahora no se determina quiénes son los verdaderos dueños. Para que te quede más claro aún: es Edmundo Pelaez quien representa los intereses de Cristina Huamán como su abogado.
Por otra parte, la defensa de los Maúrtua, el abogado Javier Ramírez, afirma que esta es “una operación más del clan Orellana” puesto que Cristina Huamán nunca acreditó haber comprado el inmueble por US$ 350 mil.
Y esto es lo que dijo Peláez
Entrevistado por América Noticias, el ex presidente del CNM y actual abogado de la supuesta propietaria, mostró un documento que da cuenta de la titularidad, justificando así su violento ingreso: “El poseedor y propietario puede hacer uso de la legítima defensa, incluso de la fuerza, para recuperar el bien que ha sido usurpado”.
También negó conocer a Orellana. O sea, como dice, lo conoce “porque es abogado”, pero nunca ha tratado con él. Curioso, porque dentro de todo lo que confesado Orellana, está esta declaración en la que afirma que manejaba como quería al Fiscal de la Nación, hermano de Edmundo.